- juanmaarija
¿SOBRAN LOS ANCIANOS DE NUESTRA SOCIEDAD?
Actualizado: 29 abr 2020

En estos días que vivimos en la absoluta incertidumbre social, rodeados continuamente de noticias que nos hablan de la pandemia, de la locura que se vive y se mastica en los hospitales de nuestras ciudades, de los escasos recursos que están a disposición y que ponen en riesgo continuo a nuestros sanitarios, a pesar de las promesas insistentes del Estado perdido y saturado que dicen lo contrario... llega una noticia que nos ha helado a muchos: Los viejos son demasiados y no se les puede atender en las urgencias. Hay que dedicarse a los más jóvenes.
Frits Rosendaal, jefe de epidemiología clínica del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos) cree que no deben ser llevados a los hospitales: "En Italia, la capacidad de las UCIs se gestiona de manera muy distinta. Ellos admiten a personas que nosotros no incluiríamos porque son demasiado viejas".
Dan Patrick, Vicegobernador de Texas en Estados Unidos, dice que los ancianos deberían asumir el reto de sacrificarse para salvar el país, "para mantener el Estados Unidos que todos amamos para tus hijos y tus nietos".
Si dejamos entrar definitivamente una cultura del descarte como algo normal estaremos comenzado la época más negra de la humanidad dando espacio al canibalismo más repugnante,
Los ancianos son quienes han reconstruido los pueblos después de pasar calamidades y destrucciones. Y por si no bastara, son quienes mantienen a las familias de los que se quedan sin empleo compartiendo las pensiones que se estiran todo lo que se pueden para que nadie quede sin lo necesario.
Declaraciones estúpidas y repugnantes como estas a niveles de alcance político tan relevantes, solo manifiestan que estamos al borde de la locura que nos llevará definitivamente a la extinción de todo valor humano.
Espero que esto sea solo fruto de la locura de un enfermo y que lo único que necesite sea un tratamiento que lo devuelva al sentido común de la humanidad más digna.
Qué triste ver que entre nosotros mismos estemos cavando nuestras propias tumbas mientras entonamos cánticos de libertad.
Juanma Arija - Capellán Hospital Vázquez Díaz (Huelva)